en mi alma se mezcla el dolor de mi agonía,
la desesperación de mi soledad.
Mueves todo y pierdo la razón,
soñando con que algún día todo cambiara,
que todo sera igual,
para evitar seguir abrazado a esta decepción.
¿Que hora es en los recuerdos,
que reloj marca el momento del olvido?
Mi nombre fueron tus besos,
tus lagrimas mis penas
y mi diversión fue tu sonrisa.
Se abren las heridas de anteayer
y mañana será igual,
el sol abrasa lentamente el corazón.
Ahora soy un hombre que busca la multitud
para ahogar el clamor de su propio silencio,
solo me quedan los restos de la realidad.
Dentro de algún cajón guardé mi corazón
y algunas cosas más que trato de olvidar.
Perdona si algún día,
por estúpido quizá,
pudiera hacerte daño tan solo con mirar,
intentando recortarle el tiempo a la verdad.
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